21 oct 2012

Trabajo de parto: ¿Cómo que ya viene?


Muchas futuras mamás tienen temor a que el bebé decida darse a conocer en un momento inesperado. Aquí, compartimos algunas historias para que veamos que no estamos solas en esta aventura.
Durante las semanas previas a la fecha probable de parto todas las embarazadas se ponen nerviosas, especialmente las primerizas. Y es que a la mayoría nos entran dudas acerca de cuál es el momento indicado para partir al hospital. Sobre todo si nos agarra en un momento inesperado. Lo cierto es que, a pesar de que existe la fecha probable de parto, la misma puede variar dentro de las semanas 38 y a la 42.
Intuición
“Todavía estaba en pleno idilio con las clases de preparto, y había logrado que Andrés se enganche como nunca. Nos faltaban cuatro clases -entre ellas, la de la respiración para el momento del parto, que para mí era ¡clave! Y una tarde, volviendo de mi trabajo, sentí que las contracciones eran cada vez más seguidas. ¡Estaba llegando Ignacia!”, recuerda María José, una mamá primeriza que está por pisar los 40. “Lo primero que pensé fue '¿qué hago?', porque pensé que no iba a poder respirar bien para aguantar las contracciones. Pero eché mano de todo lo que había leído, más los cuentos de mi mamá, abuela, amigas y compañeras mamás, y pensé `Jose, esperaste tanto tiempo para esto, ¡vos podés hacerlo!'”, cuenta, divertida.
Lo que sigue fue casi como de película: ante su llamado, Andrés llegó corriendo, agarró el bolso -que Jose tenía listo detrás de la puerta desde hacía un mes-, subió a su mujer al auto, sacó el pañuelo blanco por la ventana y llegaron a la clínica justo a tiempo. Allí la partera la ayudó dándole algunas pautas que se había perdido por no haber concluido el curso. Eso sí, antes de conseguir ayuda de la partera, ella respiraba por intuición, hacía las respiraciones cortas y luego una larga, como había leído en los libros. ¡Y funcionó! Después de tener a Ignacia, la partera y el obstetra la felicitaron, porque todo había resultado impecable. ¡Y sin poder terminar el curso!
En medio del charco
“Tenía la panza baja, y mi mamá me decía que Joaquín iba a llegar en cualquier momento, pero yo sentía que todavía no”, cuenta Roxana, una mamá primeriza que había hecho todo “con prolijidad, como cuando iba al colegio y era super aplicada”, recuerda. Tenía el curso de preparto terminado, el bolso listo, a su marido preparado para llegar ante la primera llamada y una técnica de respiración para el dolor que le había enseñado su profesora de yoga para embarazadas que a ella le resultaba perfecta. “Una noche me fui a dormir, como cualquier otra, más tarde que Martín, que se suele acostar antes porque trabaja desde más temprano que yo”, dice. “Me dormí tranquilamente y unas horas después sentí que estaba mojada. En mi sueño, pensé que me había hecho pis, como cuando era chica y a veces soñaba eso mismo. Pero algo fue más fuerte e hizo que me despertara: estaba con la cama inundada, ¡y era que había roto bolsa! Ahí nomás me despabilé, desperté a Martín y empezamos el operativo”, cuenta divertida. Joaquín nació casi veinte horas después, pero Roxana ya estaba lista y haciendo sus ejercicios en el hospital.
Ya lo dijimos muchas veces, pero nunca está de más recordarlo: cada embarazo es diferente, así como cada una de nosotras lo somos. Así que si tu bebé decide venir al mundo en un momento en el que vos, todavía, sentís que no estás “preparada”, confiá en vos misma y también en el equipo médico que te asiste y que siempre estará para que lo consultes. Sólo es cuestión de tener la mayor cantidad de cosas que podamos previstas, relajarnos y pensar que lo que viene es nada más y nada menos que la aventura más maravillosa de nuestras vidas: convertirnos en mamás.
¿Se te adelantó el parto? ¿Cómo lo resolviste?

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